lunes, 16 de junio de 2008

COOPERATIVISMO CONTRA LA CRISIS... PERO NO SÓLO ESO

Ese es el título periodístico de la edición vasca del diario El País de ayer.

En el artículo destaca el resumen de Agustín Mendiola, director de Erkide, para el que “La crisis afecta como al resto de las empresas. A unos sectores más que a otros. La particularidad de las cooperativas es que por eso de que prima el empleo frente a otros ratios superan mejor la crisis”.

En un análisis más profundo, Patxi Ormazabal, presidente de la Confederación de Cooperativas de Euskadi, escribe de esta manera:

"Esta crisis, como otras anteriores que ha habido, incorporará junto con sus efectos negativos —previsiblemente serán serios, ya que puede llevar al desempleo a miles de trabajadores— aspectos que pueden ser positivos, en la medida en que provocará un reajuste estructural del mercado, castigando o incluso expulsando del mismo a aquellas empresas que en este largo periodo de catorce años de prosperidad que hemos vivido, con una expansión continuada, se han dejado llevar por la ola de bonanza, haciendo caja exclusivamente, y han dejando a un lado esfuerzos inversores en maquinaria, investigación y desarrollo(I+D), internacionalización o formación integral de sus recursos humanos. En este proceso de saneamiento del mercado y de la economía, estoy convencido de que las cooperativas vascas, en términos generales, van a salir fortalecidas. Así ha sucedido en crisis anteriores, que se han superado creando empleo, yendo afortunadamente a contracorriente de los avatares y del rumbo generalizado de destrucción de empleo y desaparición de empresas que suelen acompañar a estos periodos de reajuste."

Es decir, y es una nota mía, tras la(s) crisis debemos esperar una mejora en la relación entre el tamaño de la economía basada en cooperativas y la basada en sociedades de capital. Evidentemente eso sería así si efectivamente las cooperativas han sido prudentes en la fase expansiva pero también si la crisis no "desmonta" sectores productivos en los que las cooperativas tienen un peso específico importante. Es decir, el mensaje tranquilizador frente a las crisis debería basarse en el cumplimiento de ambos supuestos, lo cual es posible si las estrategias a largo plazo implican "esfuerzos inversores en maquinaria, investigación y desarrollo(I+D), internacionalización o formación integral de sus recursos humanos" y preven acertadamente las evoluciones de los mercados en los que se está presente y se toman las medidas correspondientes antes de la crisis (diversificación, integración vertical u horizontal, etc).

Tras la crisis se verá el resultado, evidentemente, y quizás sigamos aquí para analizar lo ocurrido. Pues uno de los objetivos de este cuaderno es analizar la economía para intentar demostrar la superioridad de la economía basada en cooperativas frente a la economía capitalista. Espero que tú, lector, nos ayudes con tus comentarios a conseguirlo.

Y el artículo de Patxi Ormazabal sigue con las interesantes líneas siguientes:

"Espero que en esta ocasión suceda lo mismo y que seamos capaces de darle la vuelta a una situación en principio adversa, pero no como producto del azar. Al contrario, en los últimos años de bonanza económica, las cooperativas vascas han adoptado importantes medidas estratégicas de inversión a medio y largo plazo, sembrando las condiciones que están germinando en procesos de desarrollo sin precedentes. En materia de internacionalización, en los últimos años han sido muchas las cooperativas que han abierto plantas productivas en el exterior. Países como México, Brasil, China, Polonia, Chequia y Eslovaquia, Marruecos, Francia, Rusia, India o Irán son algunos de ellos. En lo referente a I+D, el esfuerzo inversor ha sido enorme, con la creación de diversos centros de innovación especializados en sectores de actividad concretos, que están diseñando nuevos productos y servicios y mejorando los actuales, para atender a una demanda con alto valor añadido. Además, se están realizando los estudios de prospección necesarios para incorporar nuevas cooperativas a los pocos sectores de actividad en los que el cooperativismo vasco aún no está presente.

Merece destacarse también la costumbre arraigada en la mayoría de las cooperativas vascas de una cierta dimensión, de capitalizar el conjunto de los resultados anuales, dejando los socios de llevarse a su bolsillo dichos resultados para incorporarlos a los recursos propios de la cooperativa, fortaleciendo de esta forma su estructura económica-financiera. Esta práctica se ha mantenido en los últimos años de bonanza, lo que nos permite ahora disponer de fondos económicos suficientes para encarar la nueva coyuntura.

Para terminar, ha sido, es y seguirá siendo una de nuestras principales fortalezas el principio de intercooperación cooperativa*, en virtud de la cual hemos creado fondos comunes, en previsión precisamente de que las coyunturas no siempre son favorables para todos. Estos fondos a veces juegan el papel de fondos de desarrollo y en otros de fondos de resistencia y solidaridad, y son en gran medida la clave de que las cooperativas tengan una esperanza de vida superior a las empresas con otras formas jurídicas. Creo, por lo tanto, que el cooperativismo vasco no sólo logrará superar con dignidad esta crisis, sino que saldrá fortalecido de la misma."

Otro factor de fortalecimiento del movimiento cooperativo (permítaseme usar esta expresión en este momento, aunque llegaremos a usarla con más precisión segun avancemos en el blog, a partir de un artículo que escribiremos más adelante alrededor de este concepto) es el trabajo diario. Y como ejemplo podemos entresacar el trabajo de cooperativización de Eroski, contexto del que sale el siguiente recorte del artículo periodístico motivo de este post:

"Rocío Luna vive en una especie de estado de euforia. Es “personal de base” de Eroski (40 horas semanales) y el año que viene va a convertirse en cooperativista. Trabaja en el Eroski de Alcobendas (Madrid) y asegura con convicción que hacerse cooperativista es una “garantía de trabajo”. En el hipermercado en el que trabaja el 91% del personal ha dicho que sí a la aventura cooperativista."

Bien por Rocío. Pero esperamos más, no de ella, por supuesto, no es cuestión de personalizar, sino en general. Tenemos la esperanza de que las motivaciones se basen en necesidades y objetivos personales pero también sociales e ideológicos, tenemos la esperanza de que las cooperativas sepan transmitir que son una alternativa viable al capitalismo, que pueden ofrecer una salida a la crisis permanente que provoca éste, que pueden ser una vía para superar la explotación en el trabajo y la explotación de los trabajadores.

En definitiva, tenemos la esperanza de que el cooperativismo sea un movimiento social cada vez más fuerte que se convierta conscientemente en una vía económica hacia un mundo más justo, equitativo y desarrollado.

Es sobre esa esperanza y sobre la forma de argumentarla, de darle basamento teórico y científico de lo que queremos escribir en este cuaderno. Porque pensamos que el principio de cooperación es absolutamente superior al principio del egoísmo en el que se basa el mundo actual, sobre todo el económico.

Sirva lo anterior como declaración fundacional.


(*) Del cual hablaremos largo y tendido en este blog.

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