miércoles, 28 de octubre de 2009

La educación como bien público de gestión social

Autor: Andoni Zendoia (Coordinador de Erkide Irakaskuntza)

Entre todos más y mejor. Es el lema bajo el que el próximo mes de noviembre Erkide va a celebraren en el Palacio Euskalduna el segundo Congreso de las CooperativasVascas de Enseñanza.

Ponentes de la talla de Federico Mayor Zaragoza, Daniel Innerarity, Pere Pujolás o Roberto Rey desarrollarán las líneas maestras de un congreso que se sustentará en tres ejes que consideramos claves para el desarrollo de un proyecto tan sólidamente asentado en la red vasca de educación como es el de la enseñanza en régimen de cooperativa.

Pretendemos promover una reflexión interna y un compromiso de trabajo sobre el aprendizaje y el emprendizaje cooperativos, planteándonos el reto de lograr una mayor contribución a los buenos resultados de nuestros alumnos, subrayando precisamente esa contribución diferencial que realizamos las cooperativas vascas a través de un modelo que integra de manera eficaz a todos los agentes de cada centro educativo sobre la base de la autonomía del centro en cuanto a responsabilidad y capacidad de decisión.

Esa autonomía de los centros no impide, no obstante, que tengan unos objetivos comunes entre los que destaca, sin ningún género de duda, el compromiso constante por la excelencia, desde la utilización generalizada del modelo EFQM como marco de referencia para la mejora de la gestión y el avance hacia el binomio calidad total/excelencia. La red vasca de cooperativas de enseñanza destaca sobre otros centros por las numerosas Q de calidad obtenidas tanto en su versión de plata como en la de oro, así como reconocimientos europeos en sus modalidades finalista, prize y award. Veinticinco centros, más de un tercio del total, cuentan con certificado exterior de reconocimiento.

El peso específico de la red de cooperativas vascas de enseñanza en el tejido educativo de la Comunidad Autónoma de Euskadi es indiscutible, de ahí la trascendencia que esperamos que obtenga este segundo congreso y las conclusiones que extraigamos del mismo.

En estos momentos nuestra red supone algo más de un 40% del total de la enseñanza concertada en nuestro ámbito, y no olvidemos que la enseñanza concertada ocupa un poco más de la mitad del total del sistema educativo vasco. Traducida en cifras, nuestras 78 cooperativas vascas de enseñanza incluyen desde centros de enseñanza concertada hasta euskaltegis o la propia Mondragon Unibertsitatea.

60.000 alumnos y alumnas reciben las enseñanzas de 4.500 profesores y profesoras en distintos modelos lingüísticos. En concreto, un 7% en el modelo A, un 15% en el B y un 78% en el D, un dato que avala el crecimiento de la demanda tanto en el modelo B como, especialmente, en el D.

42.000 familias, padres, madres y socios usuarios lo hacen posible desde la base irrenunciable a una pluralidad aceptada como rasgo interno de identidad. Las cooperativas de enseñanza constituyen además un proyecto de futuro si atendemos a nuestro diferente peso específico en los distintos tramos del sistema educativo. Así, si la media general nos sitúaen un 40% de presencia, conviene recalcar que nuestro 35% de presencia en la ESO se convierte prácticamente en un 45% en el nivel de Educación Infantil, lo que nos sitúa ante un futuro que entendemos francamente halagüeño para nuestro proyecto.

Las 28 cooperativas que se han incorporado desde 2002 certifican el crecimiento del modelo. El éxito del concepto cooperativo aplicado a la enseñanza obedece, además de a factores antes mencionados como la calidad y el esfuerzo continuado por la excelencia, a la propia filosofía de los cooperativistas y su concepto de lo que debe ser y cuáles deben ser las metas de un centro de enseñanza.

Así, prácticamente todos nuestros centros responden a la calificación de cooperativas de utilidad pública, esto es, sin ánimo de lucro e inscritas en un marco legal que las obliga, en caso de disolución, a dejar sus bienes y excedentes patrimoniales en manos de una entidad pública, una vez resueltos los compromisos económicos que pudieran tener adquiridos de antemano.

La inscripción voluntaria en este marco legal no es sino la consecuencia de entender la educación como un servicio público. Nuestro modelo de centro y nuestro concepto de la educación podría sustentarse en una frase: la educación es un bien público de gestión social.

Publicado entre otros en "Noticias de Gipuzkoa"

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