Los ascensores elevan a Orona S. Coop. hacia la ecoeficiencia

Orona ha dado un salto de altura en su compromiso con la sostenibilidad. La compañía vasca, integrada en Mondragón Corporación, ha puesto en marcha una nueva plataforma de productos y servicios, cuyo señuelo es el nuevo modelo de ascensor que permite un ahorro del 45% en el consumo de energía sobre un elevador tradicional, y del 95% sobre uno hidráulico.

La nueva plataforma de productos y servicios, denominada Orona 3G, pone los cimientos para que la compañía supere el parón en el sector de la construcción hasta ahora uno de los ejes de su crecimiento, según fuentes de la cooperativa con sede en Hernani (Guipúzcoa). Esta estrategia, presentada la semana pasada en Alemania, facilita un abanico de soluciones tanto para edificios de nueva construcción como para los ya existentes.

Un nuevo modelo

En esta política de aplicación de la ecoeficiencia, que implica igualmente "una mejora de la posición competitiva", según su director general, Javier Mutiberria, juega un papel fundamental su nuevo elevador. El ascensor permite, además de importantes ahorros energéticos y de utilización de lubricantes, prescindir de la sala de máquinas y requiere de menos espacio con un nivel de prestación y confort superiores.

La apuesta de Orona es firme. En este diseño estratégico para su futuro ha invertido más de 10 millones de euros. En los últimos años, la cooperativa de Mondragón ha destinado el 2% de su facturación a I+D, lo que le coloca a la cabeza de las empresas de sus sector en España.

Orona es una de las compañías de referencia del grupo cooperativo dirigido por José María Aldekoa. Cuenta con tres plantas, dos en España y una en México, y participa en otras 16 empresas fabricantes de ascensores, tres de ellas en el Reino Unido.

Las cifras le avalan a Orona. Uno de cada 20 nuevos elevadores que se instalan en el mundo han sido fabricados en sus plantas, y otros 180.000 ascensores portan su tecnología. Su capacidad de producción supera los 20.000 ascensores completos al año y cuenta con 100.000 metros cuadrados de capacidad de fabricación.

En 2008, su facturación superó los 578 millones de euros, de los cuales más del 30% se realizaron en el exterior. Su beneficio superó los 69 millones y las inversiones los 69 millones.

La cooperativa vasca fabrica uno de cada 20 ascensores que se instalan en el mundo.

Fuente: Diario Cinco Días